La conformación ósea, los meniscos, los ligamentos, la cápsula y los músculos que rodean la rodilla proporcionan su estabilidad articular.
Si cualquiera de estas estructuras funcionaran de manera incorrecta, se produciría la inestabilidad articular de la rodilla.
Los ligamentos son los estabilizadores principales para la traslación anterior y posterior, el ángulo de varo y valgo, y la rotación externa e interna de la articulación de la rodilla.
El Ligamento cruzado anterior es el limitante predominante para el desplazamiento anterior de la tibia. El ligamento asume el 75% de a fuerza en extensión completa un 10% adicional (hasta 90%) de flexión de la rodilla. El ligamento cruzado posterior es limitador para la traslación tibial posterior, equivalente del 85 al 100% de la fuerza posterior en 30 y 90º de flexión de rodilla. El ligamento lateral externo es el limitador principal para el ángulo varo y resiste aproximadamente el 55% de la carga aplicada en extensión completa; se incrementa la flexión de la articulación cuando las estructuras posteriores se tornan. El ligamento lateral interno, es el limitador principal para el ángulo de valgo (aducción) y resiste el 50% de la carga de valgo externa. La cápsula, los ligamentos cruzados anterior y posterior, comparten la carga de valgo resistente. (Vedi, Williams, Tennant, 1999)
viernes, 4 de diciembre de 2009
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